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Daniel Restrepo

Un nuevo pensamiento para latinoamérica

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El día de ayer tuve el inmenso placer de escuchar, junto con otras mil personas, a quien es en la actualidad el empresario colombiano más influyente en el mundo del emprendimiento y, a su vez, el segundo hombre más rico de Colombia: David Velez, un colombiano que tuvo la idea de crear un Neobanco en Brasil y, como si fuera poco, revolucionar la industria financiera en Latinoamérica.

Al escucharlo, hay tres aspectos que resalto sobremanera: el concepto de éxito, de liderazgo y el de cultura. Toda su conversación dejó expuestos estos tres conceptos que cogen relevancia en nuestro entorno y son cada vez más importantes a la hora de emprender; a su vez, no dejó de lado un tema fundamental que es la salud mental en el emprendedor y mencionó que a veces no puede dormir del estrés o de la cantidad de cosas que se le pasan por la cabeza: “El costo psicológico de emprender es muy alto”, mencionó en la conversación.

Para David Vélez, todo el mundo es líder, todos somos protagonistas, nadie es víctima. Por eso siempre busca que todos sus equipos sientan la capacidad de resolver problemas, empoderarlos de tal manera que todo lo cuestionen, eso sí, con equilibrio. Lo anterior refleja la fuerza que tiene la cultura organizacional, sobre la cual resaltó que “formar líderes es parte de su organización pero lo relevante es que buscan al que hacen preguntas y cuestiona”. Su cultura está enfocada en fomentar el cuestionamiento y esto lo lleva hasta su propia familia, en la cual educa a sus hijos de manera que puedan cuestionarlo todo.

Dentro de NU, cada mes que se reúne con sus nuevos colaboradores, dice que les pide “siempre que desafíen a los que ya llevan más de 3 años, para que no entremos en zona de confort sino que nos mueva y nos motive a la reinvención constante”

Por otro lado, al hablar del concepto de éxito, mencionó que para él alguien exitoso es aquel que hace algo con un sentido, con un propósito. Aquella persona que se levanta y está motivada haciendo lo que se propuso desde su esencia, que en su caso es “algo que lo rete 110%, un problema difícil, ya que si me iba a enfocar en algo durante 20 años debe valer la pena”

Llamó la atención a aquellos emprendedores que solo miran hacia EEUU o al continente asiático a buscar ideas inspiradoras y a tropicalizarlas en Latinoamérica. Mencionó que un emprendedor no puede hacer eso sin tener clara la cultura y el contexto propio e, incluso, mencionó que nuestra cultura refleja muchas problemáticas esperando soluciones y que allí el emprendedor puede encontrar verdaderas oportunidades de innovación.

Por último, y no menos importante, cuando se le preguntó por sus motivaciones  dijo que para él la palabra que más lo cuestiona es “desperdicio: que pena una vida desperdiciada. Hay que tener una vida que tenga un sentido”.

Cerró respondiendo una pregunta que le hicieron desde público sobre  el concepto de éxito, y su respuesta fue: su familia. Este empresario nos deja en evidencia que desde casa, teniendo unos valores y principios claros, se puede permear una cultura empresarial o una organización y así, lograr sentirse exitoso.

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