Tipos de contenido

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
José Valencia

Disculpas del subdesarrollo

Te podría interesar

Elige el color del texto

Elige el color del texto

Escuchar artículo
PDF

Que otro cargue con la responsabilidad de uno es una maravilla. Es verdad que hay mucho de reconfortante en frases como “que pase lo que Dios quiera” o “los astros no están alineados”, pero escudarse en este tipo de excusas nunca lleva a buen puerto, pues jamás se alcanza la madurez e independencias necesarias para hacerse cargo de sus decisiones.

Así nos pasa con ciertas reivindicaciones políticas, que le achacan a hechos lejanos del pasado los males provocados por la ineficiencia de nuestros liderazgos y sociedades. Es exactamente igual a endilgarle la responsabilidad a una deidad o a los astros.

Grandes civilizaciones han surgido en todos los rincones del mundo, incluso luego de ser esclavizadas y saqueadas por otras. El libro ¿Por qué fracasan los países? es un interesante compendio de ello, explicando que no son ni la raza, ni la cultura, ni la geografía, ni la historia, ni la religión lo que determina que en un lugar pueda florecer una sociedad próspera, sino más bien factores como la estabilidad de un Estado con separación de poderes, la efectiva aplicación de un sistema normativo justo, el respeto por la propiedad privada y por la actividad económica individual.

Pero aquí preferimos seguir alimentando el victimismo; como haber sido una colonia hace dos siglos para justificar nuestros fracasos, narrativa alimentada con entusiasmo por buena parte de la élite gobernante que no quiere hacerse cargo y ve en ello un salvavidas del estilo “así lo quería mi Dios”. Ejemplo de ello es como las élites del Chocó o de La Guajira han construido un relato que habla de regiones que están mal porque están sometidas a un abandono de Colombia, la responsabilidad está distante en el centro del país y no en ellos, que se embolsillan cuanto recurso local hay y cuanta transferencia de la Nación llegue.

Por esa misma línea avanza Francia Márquez, anclada en excusas que ya huelen mal, incapaz de liderar desde el Estado la construcción de las condiciones que nos deparen un mejor futuro. Su propuesta de que se le condone a Colombia la deuda externa porque tuvimos esclavismo es patética, inviable y solo enrarece más el ambiente económico del país, ya que crece la desconfianza frente al nuevo gobierno. Lo curioso es que si nos atenemos a su propuesta, que a los Estados que hayan sido colonia y tenido esclavitud y trata transatlántica se les condone cualquier deuda, el propio Estados Unidos podría entrar en esa categoría.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/jose-valencia/

5/5 - (3 votos)

Te podría interesar